domingo, 21 de agosto de 2011

Carne sintética


Científicos de distintas universidades a lo ancho del mundo investigan para la fabricación de "carne sintética".
Aunque existen algunas dificultades técnicas aún por resolver, ya se han conseguido finas capas de músculo que pueden ser consumidas sin problema.
Sin embargo, para la fabricación industrial de filetes aún quedan algunos años... pero llegará.

¿Cómo se hace?
Aunque se habla de Biotecnología o Ingeniería biológica, es importante destacar que no se trata de Ingeniería Genética, es decir, no hay manipulación del ADN de organismos vivos.
La idea es obtener células madre, por ejemplo de cerdo, para hacer que se diferencien en células musculares. A continuación, utilizando los medios nutritivos y las condiciones adecuadas, se cultivan estas células en laboratorio ("in vitro") hasta obtener un filete de carne de cerdo.
Pero no es tan sencillo. La primera parte de estas investigaciones ya se realiza en numerosos laboratorios. Lo que aún queda por solucionar es el hecho de que mediante estos cultivos se obtienen capas muy finas de células musculares... y un filete no está formado sólo por células musculares, ya que se trata de tejido muscular, que es más complejo y está constituido también por células conjuntivas, vasos sanguíneos, nervios, etc.
Por eso, actualmente se investiga para desarrollar tejido muscular completo y así lograr cultivos de mayor grosor y con todos los elementos que contiene la carne natural.
Parece ser que esto se logrará en un futuro no lejano (se predice que para 2050 habrá filetes sintéticos en los supermercados).

De todos modos, se prevé que en muy pocos años las finas tiras de carne sintética que ya se obtienen por cultivo se fabricarán industrialmente y en principio podrán emplearse en alimentos en los cuales la carne está triturada, como hamburguesas o salchichas.
No parece que esta carne tenga ningún inconveniente, pues estaría perfectamente esterilizada, sería músculo animal idéntico al natural y sin manipulación genética alguna... De lo que no se ha hablado aún es del sabor, pues el sabor de la carne natural depende de diversos factores, como la alimentación del animal (es bien conocido que el sabor de un jamón está determinado en gran medida por la alimentación del cerdo). Pero esto es fácil de solucionar mediante aditivos de todo tipo, que ya se usan de forma masiva en la industria alimentaria.

Desde luego, este tipo de carne tendrá sus inconvenientes, pero es evidente que su producción masiva reducirá en gran medida toda la problemática derivada de la producción intensiva de carne mediante ganadería, tanto a nivel ambiental, como sanitario e incluso en cuanto a los aspectos éticos del trato a los animales.

¿Acabaremos comiendo jamón ibérico sintético?

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