domingo, 17 de julio de 2011

Agujero récord en la capa de ozono del polo norte

En la primavera de 2011 se ha detectado la mayor disminución en la capa de ozono sobre el Ártico, un 40%.

Este fenómeno, que supone un adelgazamiento sin precedentes en el polo norte, ha sido dado a conocer por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS). Posteriormente, la noticia ha sido confirmada por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Organización Mundial de Meteorología (OMM).

La causa parece estar, según el CNRS, en las temperaturas especialmente bajas que se han dado en esta zona durante el invierno y que han sido muy persistentes, sobre todo en las capas altas de la troposfera (alrededor de los 15 km), ya que a nivel de suelo el invierno no ha resultado especialmente crudo.

La OMM ha emitido un aviso en Groenlandia y Escandinavia, recomendando la vigilancia de los niveles de ozono y la adopción de medidas para la población en caso necesario.

La capa de ozono es una parte de la estratosfera, situada a unos 25 km de altitud, en la cual es muy abundante el gas ozono (O3).
Esta zona de la atmósfera es esencial para los seres vivos, ya que actúa como un escudo protector contra la radiación ultravioleta procedente del sol, altamente nociva para los tejidos vivos, dejando pasar una mínima cantidad.

El ozono absorbe la energía de los rayos ultravioletas (esencialmente de los llamados "UV-B"), mediante la cual su molécula se rompe para transformarse en oxígeno molecular (O2) y oxígeno ionizado (O-).
A su vez, la misma radiación hace reaccionar a ambas para formar de nuevo ozono. De este modo, se está absorbiendo la radiación ultravioleta para realizar una reacción química y la contraria.

En los años 80 se descubrió que ciertos gases utilizados en aerosoles, circuitos de refrigeración, etc. podían llegar hasta la estratosfera y allí liberar el cloro o el bromo que contenían, sustancias que son extraordinariamente activas y descomponen el ozono a una gran velocidad. Como consecuencia de ello, comenzó a disminuir de forma alarmante el grosor de la capa de ozono, especialmente sobre el polo sur (donde los movimientos atmosféricos acumulan estos gases en mayor proporción).
El problema se hizo patente al observarse una gran incidencia de afecciones dérmicas y oculares del ganado e incluso las personas (con un notable incremento de los casos de cataratas y tumores en la piel) de los países más cercanos a la Antártida.
En 1987 se firmó el "protocolo de Montreal", que limitaba el uso de los gases responsables del denominado "agujero" en la capa de ozono, los más conocidos de los cuales son los CFCs (gases cloro-fluoro-carbonados). A partir de este momento, los aerosoles, circuitos de aire acondicionado o frigoríficos deben utilizar otros gases.
Desde entonces, la reducción de la capa de ozono se ha frenado e incluso ha disminuido en el polo sur. Sin embargo, el el polo norte, aún se detectan adelgazamientos extremos tras los inviernos muy fríos en la atmósfera ártica, como ha sucedido este año.

Por tanto, aunque se ha dado un paso importante para frenar la reducción del ozono estratosférico, el problema no ha sido solucionado y deberán pasar muchos años antes de que esta capa protectora recupere de forma natural los niveles que poseía antes de 1980.

No hay comentarios:

Publicar un comentario