miércoles, 13 de julio de 2011

¿Bebés a la carta?

Las clínicas de reproducción asistida "The Fertility Institutes" (USA) afirman que los padres que se sometan a un tratamiento de reproducción asistida podrán elegir el sexo de su futuro bebé, asegurarse de que esté libre de enfermedades, y también conseguir (con un 80% de posibilidades) que tengan un determinado color de ojos o de pelo.
¿Es posible, hoy día, elegir estas características en un bebé?.
Muchos científicos afirman que no existen pruebas experimentales al respecto y algunos apuntan que este anuncio no es más que una efectiva campaña publicitaria.
Sin embargo, los médicos de las citadas clínicas aseguran haber logrado amplificar el ADN disponible de una única célula embrionaria para identificar enfermedades y también algunas características físicas de los embriones, como se afirma en un estudio, presentado en noviembre en una reunión de la Sociedad Estadounidense de Genética Humana por el especialista William Kearns.
La técnica que han utilizado es el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), utilizada actualmente para escoger los embriones idóneos para su implantación en el útero materno en los casos de fertilización artificial. El DGP se utiliza para evitar enfermedades muy graves y en España únicamente es legal para enfermedades graves, con muchas probabilidades de desarrollarse en los primeros años de vida, y con una alta tasa de mortalidad por falta de tratamientos.

Independientemente de si ya es posible o falta poco para ello, lo que es evidente es que esta posibilidad acabará siendo una realidad y abrirá un amplio debate sobre la moralidad de elegir las características de un bebé, utilizando para ello numerosos embriones y seleccionando el "más perfecto" o el que reúna las características deseadas por los padres. Además, ¿qué ocurrirá con los demás embriones?...
Felicidades papas

 Las claves del diagnóstico genético preimplantacional (DGP)

¿Para qué sirve?
El DGP se utiliza para comprobar si un embrión es normal desde un punto de vista genético. Las utilidades reales de esta herramienta son dos: aumentar las posibilidades de éxito de la fecundación in vitro, puesto que un embrión sano tiene más probabilidades de implantarse en el útero, y evitar enfermedades monogénicas hereditarias.
¿En qué consiste el proceso?
Tres días después de la punción ovárica y de la fecundación del óvulo por un espermatozoide, es decir, cuando el embrión posee entre 6 y 8 células, se procede al DGP. En primer lugar, se realiza un orificio en la zona pelúcida (membrana externa) del embrión y se aspira un blastómero o célula. Se analizan los núcleos marcando sus cromosomas con sondas fluorescentes o se amplifica su ADN para buscar distintas mutaciones. El resto del embrión sigue en cultivo para ser transferido al útero de la mujer en cuanto se conoce el diagnóstico.
¿Se hace en todos los casos?
Por regla general, no, aunque algunos centros lo incluyen en sus servicios básicos. El DGP está indicado si uno o ambos miembros de la pareja son portadores de alguna enfermedad genética hereditaria, si son portadores de alguna anomalía genética, si han experimentado un fracaso repetido en diversos ciclos de FIV (fecundación in vitro) o ICSI (inyección de espermatozoides en el óvulo), si la mujer ha padecido diversos abortos espontáneos de repetición, si hay antecedentes de un embarazo aneuploide previo (causante, por ejemplo, del síndrome de Down) y en un tipo concreto de esterilidad masculina, la causada porque no se obtienen espermatozoides de lo eyaculado. También es recomendable en las mujeres mayores de 37 años.
¿Qué dolencias se pueden evitar con el DGP?
Existen tres tipos de enfermedades monocigóticas que se pueden evitar a través del DGP: las autosómicas recesivas (como la fibrosis quística), las autosómicas dominantes (como él síndrome de Marfan) y las ligadas al cromosoma X (como la hemofilia A). Algunos centros, como el Instituto Valenciano de Infertilidad, aseguran que ya se pueden detectar 30 enfermedades, y la lista, además, aumenta rápidamente.
¿Sólo se pueden evitar los niños enfermos?
No. Actualmente se pueden detectar en los embriones no sólo enfermedades sino mutaciones genéticas que predisponen a desarrollar alguna patología en el futuro. El pasado 9 de enero nació en Gran Bretaña la primera niña libre de una mutación asociada al cáncer de mama. Además, el DGP sirve para favorecer el nacimiento de niños que puedan ayudar a curar a sus hermanos enfermos. El pasado mes de octubre nació en Sevilla el primer niño concebido con ese fin en España.
¿Tiene límites el DGP?
Se está avanzando tanto en esta técnica que es difícil predecirlo. 
Fuente: "Público", "El Mundo"

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