jueves, 28 de junio de 2012

El fin de otra especie



Murió "el solitario George", último representante de la especie de tortuga gigante de las islas Galápagos "Kelonoides abingdoni".

Este ejemplar, de más de 100 años de edad, era el último individuo de la especie y, a pesar de los esfuerzos realizados en estos años, ha sido imposible lograr su reproducción cruzándola con hembras de otras especies cercanas. Finalmente, hace pocos días, apareció muerto y así desapareció una especie más de la faz de la Tierra.
En las islas Galápagos existen 10 especies diferentes de tortugas, todas en peligro de extinción, debido a los cambios que el ser humano ha provocado en su hábitat, principalmente la introducción de cabras que se ha multiplicado y están acabando con la vegetación natural.

Solitario George se había convertido en uno de los emblemas de las islas, por su tamaño y por los esfuerzos realizados para la conservación de la especie.

Sin embargo, no todo está perdido. El cuerpo del reptil ha sido conservado en frío, a la espera de un mejor desarrollo de las técnicas de clonación, para intentar en un futuro producir clones de George y recuperar la especie.

El estudio de estas especies de tortugas fue uno de los puntos de apoyo que utilizó Charles Darwin para idear su teoría de la evolución por selección natural.

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